domingo, 26 de noviembre de 2017

Dani Umpi - Lechiguanas (2017)


La Lechiguana es una avispa del cono sur americano que produce miel tóxica, también, el término con que se refieren a las brujas en esta zona del mundo, un referente que Dani Umpi extrae del clásico del cine argentino Nazareno Cruz y el Lobo, del director Leonado Fabio. Coincidencialmente el drag de Umpi también es un poco brujil, y si las coincidencias son un acontecimeinto asarozo o una jugarreta del destino, nos dejamos sorprender por el título que encierra el concepto del nuevo disco del uruguayo, uno en que se aleja de la autoparodia para adentrarse en terrenos compositivos más esotéricos y barrocos.

Con la afilada producción de Jean Deon, quien asegura su título como productor del año, gracias al excelente Llanero de Diosque, Dani y su equipo dan forma a 8 canciones redondas. Ni un pelo más ni uno menos, la duración exacta para nuestros tiempos y el mismo atrevimiento electropop que lo caracteriza.

Con su anterior placa, Mormazo de 2011, Umpi había dejado bien alta su marca con sencillos como Sambayón, Mi Charles Manson, Tres pasos y Campeonato. Como fans de hueso colorado comenzamos a buscar esos nuevos hits del repertorio Umpiano, y nos emociona asegurar que Lechiguanas iguala o supera el record de su anterior disco, contando en su tracklist con al menos cinco joyas para el cancionero iberoamericano del 2017.

El álbum arranca con la jeanettezca No Podrás, una colaboración con Marina La Gastra que los encuentra conciliando mitología y modernidad en una letra brillante: “Y cuando me busque por Facebook / me encontrará…” y “No podrás derrumbar nuestro Olimpo”. De ahí saltamos a la canción que da título al disco, de momento mi favorita del nuevo repertorio, un número de electropop luminoso que destila espiritualidad y misticismo en cada frase: “Tengo que hablar con Dios, decirle que me preste un rato tu alma”, como conjuro enamoradizo seguimos a Dani en su papel de hechicera en su cruzada de amor: "Tengo que tener cuidado de vos, tengo que protegerte del mal, tengo que hablar con Dios…”, si con Campeonato y Atracción ya Dani había demostrado que podía hacer letras enteras sobre temas como el fútbol y la química, acá se anota otra genialidad en el ámbito de la magia negra.

Tebas toma su nombre del Batallón Sagrado de Tebas, una elite griega formada por 150 parejas de amantes masculinos, aunque acá, Dani reduce el relato a la despedida de una de ellas. Una metáfora cuidada que luego descubrimos cristalina en esta carta al amante lejano, una oda a los regresos inminentes y a la espera paciente. Cleopatra Entrando en Roma le sigue a la odisea de Tebas, con nuevas referencias a la historia, la mitología y la escena queer del cono sur, una de las mejores letras de Umpi (No sé diferenciar gusto de aroma, gusto de ti) adquiere nuevos colores, luego de su versión brevísima en el proyecto OUR, junto a Sofia Oportot e Ignacio Redard.

Lucifera es la colaboración con Diosque que nos sigue generando preguntas sobre las fronteras entre un cantautor y el otro. Aquí la producción de Deon se afila para fundir a estas dos figuras en una pieza redonda que bien pudo encajar perfectamente en el imaginario de Llanero. “Tu piel te salva, si Dios quiere matarte” escuchamos cantar a Umpi al cierre da la canción acompañado de sintes espaciales, nuevamente desglosando el aura espiritual y romántico del disco.

El cierre llega con tres joyas para la corona Umpiana. La discotequera Punta 92 2002, en la que se destacan los sinthes a lo Pet Shop Boys, una coda hacía el cierre del disco tan explosivo como atrevido que saca a bailar a cualquier oyente desprevenido. La oda al renacimiento después de un corazón roto, La Yuta, una canción que lleva más de un año rondándonos siempre con su efectivo coro de barra brava: “Ahora elijo bien a quien quiero besar, ¡Que la yuta me venga a buscar!”, una canción destinada a los anales de la canción de empoderamiento queer y renacer sentimental. 

Como es costumbre Dani cierra sus discos con una balada. El turno esta vez fue para la concisa y elegante Niteroi, menos de tres minutos que nos llevan por un pasaje de la época de estudiante del autor, lejos del plano anecdótico, esta pieza roza las descripciones poéticas y el aura de añoranza sobrecogedora que conlleva destapar un recuerdo. 

¿Podría Lechiguanas ser el mejor disco de Dani Umpi? Al ver la extensión de esta reseña no me queda duda que por lo menos este es uno de los lanzamientos más importantes del año, y aunque Umpi no sea la voz de una generación ni la muestra indie que te gusta idolatrar, acá reafirma que al menos su nombre puede estar al lado de grandes figuras de la canción y las letras latinoamericanas, por ahí va Edson Velandia, Rita Indiana y Rosario Blefari, personajes que se representan en sus letras, su voz y su persona pública. Consolidado el personaje, y garantizada la evolución no podemos más que abrazar este lanzamiento que se instaura con más fuerza después de cada escucha. Es que quedamos estimulados, Dani.


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